RNtv Briconsejo nº 43 Seguimos abriendo la brecha contra el poder
Aunque nuestros orígenes libertarios son y están claros, es necesario reivindicar la historia de nuestras siglas, puesto que ya podemos decir que la tiene como tal tras 35 años de lucha anarcosindicalista.
En julio de 1984, tras el Congreso de Unificación celebrado en Madrid, se iniciaba un camino duro para nuestra organización porque prácticamente había que empezar a levantarla desde cero. En 1989, y por imperativo legal, pasábamos de llamarnos “Confederación Nacional del Trabajo (CNT) a “Confederación General del Trabajo” (CGT), en una operación “política” que casi le sale bien al Estado. Recuperábamos unas siglas (CGT) históricas, puesto que originariamente nos denominamos así en 1910, pero con un coste demasiado alto para nuestros compañeros y compañeras.
La CGT comenzaba así a abrirse camino en un espacio ocupado, sindicalmente hablando, por organizaciones cómodas con el poder de turno. En estos 35 años de historia podemos decir que nuestro sindicato ha sabido defender su lugar en la sociedad como organización combativa y de clase que en la actualidad cuenta con una afiliación en torno a las 100.000 personas y con casi 7000 delegados y delegadas en todo el territorio del Estado español. CGT es sin duda la organización anarcosindicalista más grande que a pesar de la crisis y la desconfianza de la sociedad en los sindicatos, no ha dejado de crecer.
Desde nuestras siglas entendemos que la sociedad que estamos construyendo, la sociedad libertaria, no puede ser homogénea ni hermética, sino que tiene que partir de la aceptación de las diferencias y de unas normas esenciales de relación entre las personas que no son otras que el respeto entre iguales en aquellas decisiones que tomamos de forma colectiva.
Para nosotros y nosotras el anarcosindicalismo es sinónimo de ser protagonista en la toma de decisiones para lograr los cambios en la mejora de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera, nuestra clase. Primero como CNT y luego como CGT, no hemos abandonado esta pelea, y en estos 35 años de transitar el nuevo camino, de actuación constante en todos los ámbitos en los que hemos podido, CGT no ha dejado de cuestionar el sistema, enfrentándose a él.
Nuestra militancia se ha sabido adaptar también a los cambios que el paso del tiempo ha traído consigo en el mundo laboral, que ya no es el que conocieron y padecieron nuestros abuelos y nuestras abuelas. El capitalismo se ha adaptado y se ha hecho más fuerte. Han surgido nuevas formas de explotación y de relaciones laborales. CGT ha sabido adaptarse a estos cambios sin olvidar sus principios básicos de solidaridad, apoyo mutuo y acción directa.Y en ello estamos y seguimos hoy, 35 años después de que se empezara a escribir la primera página del libro de nuestra nueva etapa como organización anarcosindicalista y libertaria. Somos conscientes de los retos que tenemos por delante al pensar en nuestro futuro. Un futuro al que nos enfrentamos también con la esperanza que nos da el sentir que estamos en el lugar y en el lado correcto de la historia.
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