RNtv Briconsejo nº 39 La izquierda se unirá en las calles, nunca en las urnas

El pasado 1 de mayo, la CGT participaba en los actos organizados para ese día bajo la premisa de la urgente necesidad de volver a ocupar nuestras calles en la defensa de los derechos y libertades de quienes -siendo la parte más vulnerable de la sociedad- han tenido que pagar los platos rotos de la crisis-estafa en los últimos años.

CGT insistía en la idea de retomar las movilizaciones sociales en un contexto en el que han ido reduciéndose, tanto en número de estas como en participantes en las mismas, gracias a la acción conjunta de la clase política –incluida una buena parte de esa llamada “izquierda obrera”-, la banca, la patronal, los sindicatos institucionales y los medios de desinformación.

En los últimos años nos han intentado convencer de otra realidad que pasa por resignarse ante los continuados abusos que se cometen contra la clase trabajadora, contra las mujeres, contra las personas pensionistas, y en definitiva contra las clases populares en general. De este modo logran que las personas se desmotiven y alberguen la falsa esperanza de que eligiendo representantes se solucionarán todos sus problemas. Sin embargo, nosotras sabemos que todo esto es una ilusión. Nunca ningún gobierno ha regalado algún derecho a la ciudadanía, sino que se han alcanzado a base de mucho esfuerzo y lucha en las calles.

Desde nuestra organización tenemos muy claro que gobierne quien gobierne nuestros intereses nunca serán lo más importante para las clases dominantes, pero tampoco para aquellos que bajo el disfraz de “izquierda” y “revolución social” quieran convencernos de que las cosas van a mejorar vaciando nuestros barrios y nuestras calles. Hacerlo sería un error, sería colaborar con el propio sistema que nos prefiere sumisas y obedientes, mientras unos pocos viven por encima de nuestras posibilidades, mientras que seguimos soportando paro, precariedad, desigualdad, desahucios, recortes de libertades y limitaciones de nuestros derechos. Los “ayuntamientos del cambio” han sido una decepción, sobre todo porque han terminado desarrollando las viejas políticas de siempre y a las que estamos más que acostumbradas.

Nosotras también sabemos que el fascismo siempre ha estado ahí. En 40 años de “democracia” muchas no hemos dejado de combatirle, incluso cuando han logrado camuflarse y pasar desapercibido. ¿Qué nos ha hecho suponer que ahora la cosa será diferente?

CGT apuesta por organizar una lucha común que nos haga ocupar las calles y estar presentes en todos y cada uno de los centros de trabajo. Una lucha constante que nos permita sentirnos orgullosos y orgullosas de ser trabajadoras y que no nos permita bajar la guardia ante nuevos cantos de sirena.