RNtv Briconsejo nº 30 Autoorganización 3.0
¿Qué entendemos por “economía colaborativa” o “trabajo 3.0”?
¿Cuál es la realidad social, jurídica y sindical de este nuevo modelo laboral?
Para poder comprender un poco mejor el concepto de “economía colaborativa” tenemos que remontarnos a la década de los años 90 del pasado siglo cuando las nuevas formas de producir en el capitalismo global posibilitaron las externalizaciones de las actividades económicas. Se rompió con el empresariado real, cuya figura desaparece, y con él también se esfumaron los riesgos salariales, las condiciones laborales, fiscales, sindicales y jurídicas. Y en este punto la mano de obra se convirtió en un pilar esencial para el beneficio empresarial.
Según un informe de la multinacional Price Waterhouse Coopers, se define la “economía colaborativa” como el alquiler temporal de coches, viviendas, servicios, etc. a través de aplicaciones tecnológicas. Pero detrás de esta se esconderían otros aspectos como la invisibilización de la explotación más absoluta bajo la apariencia de “normalidad” de la inseguridad jurídica y política en la que se sustentan este tipo de economía.
El capitalismo presenta este modelo económico como un tipo de negocio en el que la ciudadanía es la que otorga valor, produciendo o consumiendo, a un tipo de trabajo “más humano” y que se realiza en menor tiempo. Se crea en el consumidor la ilusión de estar contribuyendo a desarrollar un modelo más social a la vez que se satisfacen sus deseos y al margen de su poder adquisitivo. Pero en realidad se están abaratando los costes de producción gracias a la ausencia de las más elementales condiciones de trabajo para quienes prestan estos servicios, con lo que una vez más las que salen perdiendo son las personas trabajadoras.
Nosotras creemos que la mal llamada “economía colaborativa” es el sueño del capitalismo porque se produce una explotación al máximo de las no-trabajadoras al desentenderse de su contribución a las arcas públicas con la “complicidad” de quienes consumen estos productos y/o servicios.
Por eso nosotras seguimos apostando por la autoorganización de las personas trabajadoras mediante la cooperación y el apoyo mutuo y en contra de la explotación de la clase obrera, en la búsqueda y construcción de otra economía social, solidaria y no competitiva.
Así que no te dejes engañar por estos falsos modelos de economía social y no contribuyas a su desarrollo.