RNtv Briconsejo nº 24 Comprometidos con el “ruido”

Hay un tipo de música, comprometida y reaccionaria, a través de la cual muchas artistas han logrado visibilizar los problemas sociopolíticos contagiando a generaciones en nuestro país.
Con sus letras, muchas de nosotras hemos entendido y transmitido a otros el sentir sobre la realidad que nos ha tocado vivir, o sobre situaciones concretas que afectaban sobre todo a esa parte menos privilegiada de la sociedad.

Este tipo de música ha estado en el punto de mira de instituciones y gobiernos de turno, incluso sus autores han estado perseguidos, llegando a ser encausados por hacer arte.

Desde hace años, y muy especialmente en los últimos de nuestra “democracia”, se viene hostigando a todos aquellos artistas que, digámoslo así, se salen de lo “políticamente correcto” a la hora de hacer música.

El caso de Pablo Hasél, César Strawberry o Valtònyc no son aislados. Sin ir más lejos hace un par de semanas juzgaron a 12 raperos en la Audiencia Nacional por “enaltecimiento del terrorismo”. El Fiscal encontró en sus letras un “grave peligro” para la estabilidad del actual sistema y no ha dudado en poner en marcha un nuevo escarmiento contra quienes utilizan la música como método para denunciar injusticias y llamar a la acción.

Nos quieren sumisas y obedientes. Nos prefieren tranquilos y sin capacidad crítica, por eso no hay delito en canciones que fomentan el machismo y el patriarcado, por ejemplo, y sí en letras de grupos que nos animan a rebelarnos contra el sistema capitalista o a luchar contra la precariedad laboral.

Nosotras sabemos que todo este circo que se montan jueces, políticos y policías de turno para castigar la disidencia es solo una excusa para mantenernos “quietos”.