RNtv Más manos, más vidas
Entre enero y agosto de este año el han sido interceptadas, solo en la frontera española, treinta y tres mil ciento noventa y cinco personas migrantes. La cifra asciende a ciento veinte mil si tomamos los datos de toda Europa.
¿Qué les espera a estas personas cuando llegan a nuestras costas?
¿Qué derechos tienen?
¿Son estos derechos los mismos, o depende del país al que lleguen?
¿Se las acoge y ayuda, o son expulsadas a sus países de origen sin importan el peligro que esto conlleva?
Pero estas son las personas que han llegado vivas a nuestras fronteras, pero ¿Cuántas han perecido en el Mediterráneo intentando salvar sus vidas y las de sus familias de guerras, pobreza, injusticias…?
Esta cifra puede poner los pelos de punta, pero ¿cuál es realmente?
Datos oficiales indican que las personas fallecidas en el mediterráneo entre enero de 2013 y agosto de 2018 es de 17.000, setecientos de ellas niños, pero según organizaciones humanitarias la cifra se podría triplicar o cuadruplicar, con lo que podría ser que una de cada cuatro personas migrantes que intenta llegar a Europa fallecen en el intento.
Cientos de activistas se juegan la libertad y la vida para ayudar a estas personas, pero los gobiernos de los distintos países de la Unión Europea ponen trabas a su labor diaria, y en algunos casos intentan encarcelarlos.
Esta Unión Europea intenta ocultar estos datos, y los gobiernos prohíben el amarre a barcos humanitarios como el Open Arms o el Aquarius, cerrándoles sus puertos. ¿Quién quedara entonces para dar testimonio de aquello que no quieren que veamos?
El gobierno de Malta retuvo este pasado verano al buque humanitario Sea Watch bajo el pretexto que se estaba revisando su estado, mientras tanto las personas migrantes se ahogaban en sus costas, sin testigos.
En nuestras costas, los barcos de Salvamento Marítimo se ven desbordados cada día, la llegada de pateras es continua y no hay suficientes trabajadores que garanticen rescates seguros tanto para las personas rescatadas como para las rescatadoras.
Una vez rescatas, estas personas son llevadas a Centros de Internamiento para Extrajeros y el 38 por ciento de ellas son devueltos a sus países de origen, sin importar nada su seguridad, no olvidemos que vienen huyendo de guerras o de líderes autoritarios que masacra a sus tribus.
La llegada de migrantes a España durante los últimos meses se está tratando de “emergencia” por parte de algunos partidos políticos, creando en la sociedad una sensación de alarma, sin embargo, el número de entradas irregulares registrado en 2018 se aleja de la cifra de personas que han alcanzado los otros países europeos como Italia y Grecia, cuando el flujo migratorio recibido por estos también fue calificado de “crisis”.
Estas personas siguen llegando diariamente a nuestras costas, en busca de una vida mejor y no reciben el trato que se merecen.
¿Qué podemos hacer nosotras para parar está situación?