RNtv El Capitalismo contra los Servicios Públicos

El capitalismo como sistema económico no puede ni debe entrar en cuestiones de bienestar social. Es un modelo económico que sólo responde a una lógica, la de seguir creciendo, produciendo y generando más beneficios. Sin embargo, algunos estados occidentales, durante un periodo de tiempo del siglo pasado y, probablemente obligados, por la presión del bloque soviético, aceptaron la existencia de determinados servicios públicos como la sanidad o la educación.

El hecho de que estos servicios siempre hayan estado bajo el control del estado ha provocado que cuando éste ha tenido que decidirse lo haya hecho en favor del capital y no de la ciudadanía. Así, la versión más liberal del capitalismo que ya conocieron los países latinoamericanos desde los años 70 ha llegado a nuestro continente en un proceso que comenzó en la década de los 80. Europa se enfrenta ahora a la liberalización radical y generalizada de sus servicios públicos, aquellos que fueron pagados y puestos en marcha con el dinero de los contribuyentes.

El esfuerzo de la población asalariada ha sido vendido o regalado ahora a las empresas privadas con el aval del Estado. Este robo, además implica el encarecimiento o la degradación de estos servicios. Unas veces por la pura lógica de la ganancia y crecimiento del capital y otras por una voluntad expresa de desmantelar estos servicios con el propósito de privatizarlos por completo. El gasto público también ha caído drásticamente, es decir, el dinero empleado en el bienestar de la mayoría de la población ha sido reducido, afectando a la educación, la sanidad, las ayudas sociales y la cultura entre otros servicios.

Además, los estados negocian secretamente en tratados como el TTIP o el CETA condiciones que favorezcan el enriquecimiento de las grandes multinacionales con la única fórmula verdaderamente efectiva: el empobrecimiento y las peores condiciones de vida de la mayoría de la población. Esta nueva versión del capitalismo nos va a dejar, peor salud, peor educación y peores condiciones laborales. En resumen peores condiciones vitales.