RNtv Cambiarlo todo para que nada cambie

Lejos de ver desaparecer las desigualdades que hacen injusta nuestra sociedad, estamos comprobando cómo asistimos a un crecimiento de la pobreza y la injusticia social, y a pesar de que desde hace unos años tocaran poder los mal llamados “Gobiernos del Cambio”. Efectivamente, se trataba de “cambiarlo todo para que nada cambiase”, y lo afirmamos con datos.

Empezamos con la Reforma Laboral, con la de Zapatero de 2010 y con la de Rajoy de 2012. El actual Gobierno de PSOE-Unidas Podemos ya ha dejado claro que no derogará ninguna de las dos y que a lo sumo solo modificará algunos aspectos de la de Rajoy. Estas leyes han sumido a nuestro país en la mayor precariedad laboral de toda su historia, como demuestran las cifras de las diferentes Encuestas de Población Activa (EPA). Destrucción de empleo, altas tasas de temporalidad, aumento del número de “trabajadores pobres” –aquellos que aun teniendo un empleo no llegan a final de mes-, etc. El número de personas paradas se sitúa en 3.543.800, alcanzando una tasa de 15’26 %, suponiendo 175.000 personas más que en el mismo mes en 2020.

El desempleo entre la población más joven es también muy preocupante. Entre aquellas personas menores de 25 años ha aumentado en 46.300 personas, superando una tasa del 45 %. El paro de larga duración, desgraciadamente, afecta a 662.300 personas en nuestro país, una situación que incrementa la desesperación de quienes han perdido su empleo desde hace más de un año.

La temporalidad es una de las características del actual mercado de trabajo, sustentado en las reformas de PSOE y PP. Mes tras mes vemos cómo alrededor del 90 % de los contratos que se firman son temporales, un 44 % más que el promedio de la UE que se sitúa en un 14 %. Además, es vergonzoso la duración que tiene este tipo de contratos. Los de un solo día han aumentado en un 32 %, los de dos días y menos de un mes lo han hecho en un 6 %, y los contratos inferiores a 3 meses han crecido en un 16 %.

La parcialidad también ha ido cobrando protagonismo. Actualmente un 15 % de las personas asalariadas tiene un contrato a tiempo parcial. Las mujeres son las que tienen en un 74 % este tipo de contratos, que a su vez son las que se ocupan o sostienen los trabajos de cuidados y obligaciones familiares en un 90 %.

Si hablamos de horas extras realizadas tenemos que decir que se han hecho 5.931 a la semana, de las cuales el 48 % no se han pagado. Esto consolida aún más las desigualdades en el reparto de los trabajos en el ámbito laboral y del hogar entre hombres y mujeres. Por eso, el Estado español es una de las economías más pobres de la UE, con más de un 25 % de su población en riesgo de pobreza y exclusión social.

En relación a los impuestos, queremos señalar que es necesaria una reforma integral del modelo fiscal, ya que el nuestro no es un sistema progresivo justo. El 88 % de lo recaudado por la Agencia Tributaria sigue recayendo sobre las familias, frente a un 8 % generado a través del impuesto de sociedades.

En cuanto a los fondos de recuperación, anunciado a bombo y platillo por nuestro Gobierno más progresista de la historia, debemos decir que si bien es cierto que nuestro país accederá a 140.000 millones de euros entre 2021 y 2026 también lo es que hay que devolver una buena parte de ellos. En concreto, el 51 % de este dinero son préstamos con intereses. Además, debemos tener muy claro que el uso de recursos públicos se someterá a un estricto control que estará lejos de tener en cuenta el beneficio colectivo y social. En cualquier caso, ya sabemos que será una deuda que nos tocará pagar a las mismas de siempre, a través de reformas de nuestras pensiones y de otro tipo de políticas de “ajustes estructurales” para salir de una nueva crisis-estafa.

No debemos olvidarnos de la situación de las mujeres. En base a los datos de la última EPA de 2020, la tasa de paro creció un 17’2 % con respecto al cuarto trimestre del año anterior. Siempre ha existido una diferencia estructural de esta tasa entre hombres y mujeres, pero que se estrecha en momentos de crisis como la que pasamos por la destrucción de empleo masculino. Esta crisis deja 300.000 mujeres más en paro. El 26’6 % de las asalariadas tienen un contrato temporal. En general, el 74’37 % de los contratos a tiempo parcial pertenece a mujeres, y de todas estas el 20 % admite tenerlo para poder conciliar los trabajos de cuidado. Un 52 % reconoce tener este tipo de contrato de forma involuntaria.

Las mujeres también hicieron 1.216 horas extras a la semana por las que no recibieron ningún tipo de retribución. Son ellas, las mujeres, las que copan los sectores peor valorados y pagados de nuestra sociedad, que son también los peor remunerados según la encuesta de estructura salarial.