RNtv Armadas hasta los dientes

España dedicó unos dieciséis mil trescientos sesenta millones de euros a gasto militar en el año 2018 siendo el decimosexto país que gasta más en defensa del mundo.

El gasto en defensa a nivel mundial creció un 2,6 por ciento en todo el globo, situándose en 1,8 billones de dólares en dos mil dieciocho, lo que supone el dato más alto desde mil novecientos ochenta y ocho.

Los cinco países con más gasto en dos mil dieciocho fueron Estados Unidos, China, Arabia Saudí, India y Francia, que en conjunto representan el sesenta por ciento del gasto militar mundial.

En el Estado español, la Ley de la Carrera Militar de dos mil siete fija el número máximo de efectivos militares en servicio activo debe ser entre ciento treinta mil y ciento cuarenta mil.

En marzo del año dos mil veintiuno se cumplirán veinte años de la suspensión del servicio militar obligatorio, un sistema de reclutamiento que sostuvo al Ejército desde mil setecientos setenta y que el Gobierno de José María Aznar “suspendió” no eliminó.

Pero hasta entonces, fueron cientos de miles de jóvenes los que se declararon objetores de conciencia y cumplieron con una Prestación “Social” Sustitutoria, pensada solo como castigo para quienes no querían coger las armas ya que duraba bastante más tiempo que la mili.

Antes de esta Prestación Sustitutoria, los Objetores de Conciencia eran encarcelados, en mil novecientos setenta y seis había doscientos ochenta y cinco en prisión.

Aquellos que se negaban también a realizar Prestación Social Sustitutoria se les declaro insumisos, unos veinte mil, mil quinientos de estos insumisos fueron encarcelados entre mil novecientos ochenta y nueve y dos mil uno.

Fueron años duros en que la Insumisión pugnaba por hacerse visible en los insensibles y controlados medios de comunicación multiplicando acciones directas noviolentas, asumiendo las condenas, y persistiendo en su actitud.

Entre dos mil ocho y dos mil dieciséis, España autorizó exportaciones de material de defensa, -armas- por un valor económico de más de veintidós millones de euros a más de cien países. Más del veinticinco por ciento de este dinero venía de países de dudosa actitud en cuanto al respeto de los derechos humanos.

Por ejemplo, Turquía, que hoy bombardea a la población kurda, también ha sido escenario de suculentos negocios para la industria militar española. De acuerdo a los datos extraídos de los estudios de Armas Bajo Control, se alcanzaron exportaciones por 716,8 millones de euros. Entre el material vendido al Gobierno de Erdogan figuran bombas, torpedos, cohetes y misiles, así como agentes químicos y biológicos.

Emiratos Árabes Unidos, que participa activamente en los ataques contra la población yemení, es otro de los grandes compradores de nuestras armas. Entre 2015 y 2017 el Gobierno español autorizó 40 licencias de exportación de material de defensa por valor de más 100 millones de euros, y llevó a cabo exportaciones de armas por importe de 84 millones de euros.